En su interior, pequeñas bolas de cristal y amaranto ecológico caen sobre cientos de varillas de bambú afinadas. El resultado es un sonido envolvente que recuerda a una lluvia de verano — calmante, rítmico y natural.

Lo que hace única a esta columna es el llamado ruido blanco que produce: un espectro poco común de frecuencias que van de 1 a 15.000 Hz. Esta vibración rica permite que cuerpo y mente entren en sintonía con ritmos naturales, ayudando al cerebro a generar ondas alfa o incluso theta. Ideal para meditar, recibir un masaje o simplemente descansar profundamente.

Cada columna de lluvia está hecha a mano con mucho cuidado. La combinación de madera natural, cristales y una elaboración delicada la convierten en un objeto hermoso y un aliado poderoso en tu rutina de bienestar.